El Fin

Esta entrada la pensé en la mañana y me pareció un buen tema del que exponer.

Hace ya un bien tiempo que han florecido como la mala hierva muchos programas, repotajes, libros y demases en relación a cómo, quien, cuando y hasta cuantos vivirán el fin de los tiempos. La verdad es que ya me tiene un poco aburrido el tema.

Veamos, el texto más antiguo que posee la humanidad que habla sobre el final de la tierra es, Oh que sorpresa! La Biblia. Ésta nos dice que en los tiempos últimos del mundo muchas catastrofes ocurrirán, habrá miedo, dolor y escepticismo; luego se alzarán figuras malvadas que esparcirán el caos, luego los escogidos de Dios se irán y vendrá la tribulación, solo para que al fin venga Jesús y derrote a los ejecitos de las tienieblas y blah blah, podria estar párrafos enteros hablando de esto, para más referencias, léa la Biblia, Libro de Apocalipsis, Autor: Dios.

Otros creen que el mundo se acabará derrepente, otros que de a poco gracias a la acción del hombre, también está la teoria de los cataclismos, meteoritos, cambio climático, repolarización del campo magnetico terreste, etc. Muchos lanzan fechas como si fueran balas, 21 de Diciembre del 2012, 2050, 2150, 4500 y así muchas fechas y detalles algo verdaderos, algo falsos, un poco especulados.

La verdad es que más que pensar en lo que pasará, lo que más capta mi atención es lo que está pasando, ahora, en el mundo, en el país, nuestra ciudad, nuestro barrio, en mí interior. ¿Estamos realmente bien?¿Está este mundo marchando como debería?¿Hay algo que podamos hacer?

A simple vista estas preguntas parecen algo subjetivo, pero en el fondo no es así.

Un mundo que vive de tragedia en tragedia, que se llena de dolor, egoísmo, vicios, materialidad, vanalidad, odio, agresión, obstinación, dureza de mente y corazón podría alguna vez estár bien?
En los más de 6000 años de historia conocida del hombre, en este momento gozamos con más comodidades y tecnología que ninguno de nuestros antepasados, aún así a mi parecer (y no sólo mio sino que de muchos más) somos más miserables que nunca, hemos perdido la capacidad de disfrutar lo simple que se nos entrega.
Dejamos de valorar lo hermosa que es la creación, lo bello que es el cielo, cuán maravilloso es el mundo que nos rodea, todo lo que una persona nos puede entregar con el sólo hecho de que esté con nosotros.

Me entristece ver que cada día en las noticias, en los diarios, en internet, lo único que puedes ver son accidentes, asaltos, asesinatos o moda, farándula, negocio, dinero, poder. ¿Acaso no hay algo mejor? ¿Es tan importante destacarse frente a los demás? Al final ninguna de las cosas que más se valoran en este momento seguirán con nosotros una vez que dejemos este mundo, ni dinero, ni ropa, ni poder, ni belleza, fama o posesion alguna.

Mejor preocupemonos de aquellas cosas que realmente traen un buen resultado. El ser amable, compasivo, considerado, honesto, servicial, activo y todas aquellas cosas que al parecer se han perdido en la actualidad.

Soy joven, tengo un buen rato por delante (o almenos eso tengo pensado, nosé que pueda pasar), no lo he probado todo y tampoco tengo necesidad de hacerlo, sería estupido, en ese caso probaría la muerte a ver si es mala como dicen... un momento entonces no volvería jajaja.
Lo que si he probado y no me arrepiento nunca de haberlo hecho y eso que aún me queda una infinidad más por experimentar del amor de Dios. A mi juicio es lo único que puede llevar a una vida de paz, tranqulidad y por sobretodo en comunión con los demás y con lo que nos rodea.

Es hora de pensar que estamos habiendo y si lo que hacemos está bien, si ayuda realmente a que todo en vez de derrumbarse, sea edificado para lograr un mundo en paz, en donde las penas que vemos a diario sólo sean un mal recuerdo.